martes, 11 de septiembre de 2007

Ciclopes Gigantes


Cuentan las leyendas que gigantes cíclopes una vez reinaron la tierra. Durante cien mil años ocuparon los rincones de este globo, se dice que eran muy perezosos, y que pasaban la mayor parte del tiempo durmiendo, se dice también que mientras dormían echados en la roca ígnea sus cuerpos iban creciendo arrollando a su paso toda vegetación. Los gigantes se alimentaban del frío polar, así que era más fácil encontrarlos en las tierras del norte, donde las noches eran largas en invierno y el sol no les molestaba los ojos, dejando que su sueño fuera reposado y tranquilo, eran en los eternos días de verano cuando se despertaban y se movían hacia el sur, quizá en busca de compañeros, quizá en busca de un limite que no terminaban nunca de encontrar, tal vez por que nunca supieron que andaban en una esfera y que daban vueltas y vueltas interminablemente, hasta que rendidos otra vez, cerca del frío polar que les era tan familiar, se echaban a dormir su sueño placentero. La última vez que se fueron a dormir no despertaron nunca más, cerca del frío polar sus cuerpos sobrealimentados empezaron a crecer y a crecer, se hicieron cada vez mas pesados y empezaron a hundir la misma tierra sobre la que descansaban, la roca ígnea cedió, lentamente sus cuerpos no podían distinguirse del horizonte, entonces empezó a pasar lo peor, el terrible calor, su fiero enemigo, fue subiendo desde los trópicos ganando cada vez más y más terreno, los cuerpos de los cíclopes empezaron a encoger, el calor era demasiado y el frío polar ya no era suficiente para ayudarlos a crecer, ni siquiera para mantenerlos iguales, mientras encogían sus cuerpos empezaron a derretirse mezclándose con las aguas de los océanos, aquellos huecos que dejaron sus increíbles cuerpos fueron remplazados por agua, es así como esos espacios se convirtieron en lo que hoy conocemos como fiordos, en su retirada dejaron una tierra increíblemente bella, en donde grandes caídas de agua e inmensas entradas de mar aparecen por doquier, pero mientras se retiraban dejaron algo, pequeños parásitos que vivían del frío que los cíclopes desprendían, estos parásitos son conocidos como Trolls y son la última prueba de un pasado que el hombre no quiere reconocer, son tímidos y glotones, cada vez se les ve menos por el calor que se está apoderando de la tierra, algunas de las últimas huellas de estos gigantes se encuentran en una tierra que después fue habitada por Teutones y Vikingos y que hoy se autodenomina Noruega. La leyenda también dice que es probable que un día vuelvan a despertar, ahora son increíblemente pequeños para su tamaño original pero incomparablemente grandes para nosotros, el más grande de esa tierra se conoce como Nigardsbreen, y los humanos en su afán de conquista organizan viajes guiados para caminar sobre sus lomos. Estos mismos humanos en su afán de negación, llamaron a los gigantes dormidos glaciales. No se si nunca lleguemos a ver a uno despierto, solo se que si ocurre, poco tiempo tendremos para contarlo.

1 comentario:

le service comptable dijo...
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